miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿DE QUÉ LADO ESTAMOS?

Hay un debate continuamente abierto sobre este tema. Las posturas son variadas y es difícil ponerse de acuerdo en cual es la educación ideal para nuestros hijos.
Hemos evolucionado muchísimo respecto a los castigos físicos de antaño, pero todavía nos queda por mejorar.
Los seguidores de la bofetada se justifican continuamente con frases como: " pocas pero bien dadas...", " a mi me educaban así y no tengo ningún trauma", etc...

Lo cierto es que hoy día nadie ha demostrado que sea un buen método de aprendizaje. Se puede decir con rotundidad que la bofetada no es pedagógica y que carece de sentido. Todos los expertos coinciden en el refuerzo positivo como el mejor método educativo.

Sí nos pusiéramos en el lugar de los niños quizás entendiéramos la frustración que pueden llegar a sentir cuando les propinan una bofetada delante de sus colegas o familiares. Imaginemos que nos saltamos un semáforo en rojo, un guardia nos ve y nos para, nos hace bajar del coche y sin mediar palabra nos da una bofetada por ello o que nuestro jefe nos da otra bofetada por haber cogido un bolígrafo de su mesa. Lo consideraríamos denigrante y vergonzoso, sin embargo con nuestros hijos...¿porqué no?.
Estamos enseñando, con el cachete, una educación basada en el miedo y nada pedagógica. Es cierto que el niño no se traumatiza con una bofetada pero posiblemente sí cuando lo usamos como norma a cada uno de sus actos negativos. Lo que conseguiremos que aprenda es que la violencia esta permitida sí tu eres el que estas por arriba.

Quiero con esto conocer diferentes posturas y opiniones de los padres, ponernos por un momento en su piel y reflexionar.

5 comentarios:

Nuriafiess dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nuriafiess dijo...

La verdad es que nunca me había puesto en la piel del niño al propinarle una bofetada,pensandolo,y poniendome en su piel con los ejemplos que has relatado,la verdad ,me han hecho pensar.Mi educación fué fácil puesto que no fuí una niña problemática,pero si recuerdo un par de bofetadas de mis padres,motivos que no vienen al caso,y me acuerdo perfectamente que eran bien merecidas.........
En la educación de mi hija ,no hago uso de las bofetadas, porque con el método premio-castigo la cosa funciona,pero si que en alguna ocasión puntual he hecho uso de las mismas,y he de decir que mi niña mas bien lloraba por lo ofendída que se sentía que por el dolor que pudiera haberle causado,y digo esto a ciencia cierta,pues la bofeteda que le dí,era tan solo una caricia fuerte en la cara,y digo caricia fuerte porque era como tal,mas floja que una palmada de manos....
Así que estoy de acuerdo en usar otro tipo de educación y evitar a nuestros hijos ese momento de frustración y ofensa....desde luego....aunque si que creo que existen situaciones límites o alguna acción puntual que nos provocan la acción reacción de dar un cachete,porque es la manera de marcar rapidamente algo que no se debe hacer en ninguno de los casos......aunque luego establezcamos el dialogo con ellos.
Un ejemplo que leí una vez y me encantó,es el de enseñar a compartir a los niños sus juguetes,pongamonos en su piel,estamos en la parada del autobús sentados esperando,y dejamos el bolso al lado nuestro,viene un desconocido ,lo coje y se pone a mirar dentro,saca nuestro télefono móvil y se pone a jugar con él,saca nuestras llaves haciendolas sonar en el aire,coje nuestra cartera y saca nuestra documentación,dinero tarjetas y se pone a hacer montones por el suelo...
.....................bueno ,y ahora que? tarea fácil la de enseñar a compartir a los nuestros,cuando se trata de su juguete favorito,su tesoro más preciado.....para mí despues de pensar en esto se ma hace muy complicado,aunque ya sabemos que tiene que ser así,que hay que educarles enseñándoles a compartir,pero esta nueva perspectiva,al igual que la bofetada, para mí cambia todos mis críterios en cuanto a educación.
Aquí está mi oponión.Un saludo.
Nuria

Souverine dijo...

No recuerdo una bofetada que me dieran a mí, que considere que estaba bien dada, incluso que aprendiera algo. Tampoco creo que se aprenda siempre con el refuerzo positivo, si se utiliza siempre, pierde su eficacia e incluso el chico no llega a percibirlo.
Como se aprende es con el ensayo-error, ensayo-acierto y ahí debemos de estar los padres para reconducir la actitud y la ejecución.
Debemos intentar que se anticipen a las situaciones , que vean todas las oportunidades pero también las amenazas y aprendan con autonomía, evitando en todo momento que las lecciones les excesivamente caras. Diría más cosas pero si no te aburrirás.

Edu dijo...

Yo en su época recibí alguna "bofetada merecida" y con el paso de el tiempo te das cuenta que no es el dolor físico lo que te enseña. A mi modesto entender, el premiar o castigar a un niño con las cosas que le hagan ilusión, es lo que mas le va a motivar en el aspecto positivo y lo que mas le puede enseñar si no hace las cosas bien.

En la infancia, que hay mas importante que la ilusion??

Un saludo!

tecnosue dijo...

A mi me dieron bastantes la verdad, creo que hacían el efecto contrario al esperado por mis padres, aun recuerdo a mi madre decirle a mi profesora (monja) “si le tiene que dar una bofetada se la de…” no son buenos recuerdos.
Ahora sé que mis padres no buscaban fastidiarme o humillarme me lo han demostrado muchas veces, buscaban educarme pero la forma que sabían era la equivocada.
Y también sé que esas bofetadas y castigos solo conseguían frustrarme y acabar con mi autoestima.
Por todo esto y mas que seguiría contando estoy totalmente de acuerdo con el método del REFUERZO POSITIVO y en contra de la bofetada (aunque alguna vez se me a escapado alguna y luego me siento fatal).
Creo que cuando se recurre a la bofetada es porque se nos acaban los recursos.
También hay palabras que son tan dolorosas y humillantes como una bofetada tenemos que tener cuidado como les hablamos a nuestros hijos para enseñarles el respeto hay que hablarles con respeto